Add parallel Print Page Options

Este pacto es el mismo que hice con los antepasados de ellos, cuando los saqué de Egipto, país que parecía un horno para fundir hierro. Yo les pedí que obedecieran todos mis mandamientos, así ellos serían mi pueblo y yo sería su Dios. Entonces yo cumpliría el juramento que les hice a sus antepasados: les daría un país muy fértil, donde siempre habría abundancia de alimentos. ¡Y ése es el país que hoy tienen ustedes!»

Yo respondí: «Que así sea, Dios mío».

Dios me dijo:

«Anuncia todo esto en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Diles que presten atención a las obligaciones de este pacto y que las obedezcan.

Read full chapter